El embarazo es una etapa maravillosa, que desemboca en algo más maravilloso todavía, pero cualquier mujer sabe que durante la gestación hay probabilidad de que el suelo pélvico se vea afectado. Si ocurre, es totalmente natural: el cuerpo libera una hormona conocida como relaxina que hace más flexible las partes del cuerpo afectadas, y eso lleva a que el propio suelo pélvico sufran distensiones hasta llegar el momento de dar a luz. Por este motivo, desde Clínica Salnés subrayamos la importancia de hacer rehabilitación de suelo pélvico tras un parto.
Parto y suelo pélvico
El suelo pélvico se puede trabajar durante el embarazo para mitigar el problema una vez que la mujer ha dado a luz. ¿Qué se puede hacer al respecto? Nuestros fisioterapeutas en Sanxenxo te darán un nombre propio: ejercicios de Kegel, muy útiles, por cierto, tanto para mujeres como para hombres en multitud de aspectos vitales. El asunto principal que nos ha traído a este artículo es la importancia de recuperar el suelo pélvico una vez que el parto se ha producido. Y la explicación es realmente sencilla: los órganos pélvicos que más afectados se han visto durante nueve intensos meses tienen que volver a su sitio natural. Los 40 días de puerperio, periodo inmediatamente posterior al parto, son vitales para esta recuperación.
¿Siempre se daña el suelo pélvico?
Puede estar tranquila: el embarazo no tiene que afectar necesariamente al suelo pélvico, pero lo cierto es que es una excusa perfecta para descubrir todo lo bueno que tiene ejercitar esta parte del cuerpo para mantenerlo tonificado. El caso es que no tiene que sufrir "daños", pero la biología manda: la cabeza del bebé es evidente que genera distensiones en los músculos para vivir ahí y para salir al mundo. No hay más que mirar una vagina en estado normal para darse cuenta el nivel de dilatación necesario para que una cabeza y un cuerpo lo atraviese para venir al mundo.
Tras esta situación, la flacidez hace acto de presencia en la zona pélvica de la mujer, pudiendo llegar a generar conocidos problemas como la incontinencia urinaria. Son situaciones transitorias, por supuesto, pero desde Clínica Salnes pensamos que es mucho mejor trabajarlas haciendo ejercicios de suelo pélvico tras el parto. ¿Tiene que ser justo inmediatamente? No, claro que no. Durante esos 40 días que hemos mencionado, si cree que no está en la forma necesaria para hacer ejercicios, sencillamente olvídelo. Son semanas de dolores de falta de sensibilidad, de miles de sensaciones raras. Así que no le dé prioridad a este tema, que ya llegará el momento.
Fortalecimiento del suelo pélvico
Cuando comience este trabajo específico con nuestro equipo de fisioterapeutas de Sanxenxo, lo que buscaremos será -fundamentalmente- fortalecer los músculos ubicados alrededor de la vejiga. Es evidente que no empezamos de cualquier forma: primero analizamos en profundidad su caso con un diagnóstico en primera consulta y le brindamos sesiones individualizadas que desemboquen en un plan personalizado.
Con el transcurso de muy pocas sesiones comenzará a notar las ventajas y los resultados del trabajo de suelo pélvico: los músculos se tonifican, recobra el control de la orina, los dolores van desapareciendo y se evitan los prolapsos en la zona. Para lograrlo usaremos -además de los ejercicios de Kegel- la terapia manual y miofascial, técnicas comportamentales, electroestimulación y gimnasia hipopresiva.
Es un tipo de tratamiento 100% efectivo y duradero, perfecto para recuperar calidad de vida tras el parto. Eso sí, también tendemos que pedirle algunos pequeños esfuerzos: si elimina el tabaco y el alcohol de su vida, bebe mucha agua, lleva una vida activa y una alimentación equilibrada, los resultados serán mucho mejores. Llámenos para resolver cualquier duda o planificar su rehabilitación de suelo pélvico tras el parto. Estaremos encantados de ayudarle.